¿ Qué esperas? Únete a la aventura del viaje…

Por Alejandro Boucabeille

Frecuentemente me pasa. Caigo en los huecos oscuros, paso momentos difíciles y dudo o critico todo. Una actitud negativa me conquista y esta toma de poder no es nada fácil de librar. Batalla difícil, que si dura varios días me lleva a tomar decisiones que realmente no quiero tomar. El orquestra de mi mundo interior en donde el Señor conductor Pesimismo, celebre en sus obras e incluso seguramente en ciertos momentos de la vida un virtuoso. Entonces es que el primer violín toca una magnifica sinfonía de la rabia, antes de ceder la tribuna al odio que interpreta su pieza como un Kenneth Branagh o hasta un Laurence Olivier, significa con gran estilo, en su violoncelo (¿con mol o en menor?) para que después pasen otros grandes artistas, habitantes íntimos en nuestras vidas, que en sus momentos, tratan con mucho persistencia e éxito de convencerte de que ellos son la verdad, la plena verdad. Es así, que voila, suben al spot light, el soprano, los tenores, el piano y otros grandes músicos o más bien artistas emocionales. En vez de llegar a la mejor obra posible, en la mayoría de las veces se transforma en una cacofonía total que después de unos errores, me lleva a la conclusión (una y otra vez) de nunca tomar decisiones en estos estados del ánimo, ni darle tanto poder a estas olas de negatividad, que realmente no vienen de no sé qué o donde, sino que más bien las invito yo, pues yo soy responsable. Tal vez no tanto por lo que pasa, pero si, como responde a eso, a la situación. Lo que básicamente decía el logo terapeuta Viktor E. Frankl. Pues yo soy el que desprotege o protege bien o mal mis entradas de mi mente y así mismo es más bien como un queso suizo o como algún veneno peligroso, que cada cosa que toca la contamina e envenena. ¿Pero que tiene que ver todo esto con viajes? ¿En un blog de viajes, de botas y de periodismo? Bueno, pienso que algo, pues realmente todo está conectado. Todo, no se excluye nada. Todo está entre si de una u otra forma interconectado. Nuestros sentimientos y nuestra forma de viajar, nuestro estado de anima influye en nuestra forma de percibir a las impresiones viajeras, a las formas de responder a los impulsos exteriores. Es por eso que me gusta escribir acerca de sentimientos y viajes, algo tal vez poco común, pero que definitivamente juega un rol importante. Todos somos humanos y tenemos esos sentimientos que nos dejan vivir en el momento, en el presente, en el aquí y ahora, pues la hambre o el enojo son de ahora y ni del pasado o futuro.

Regresando a los viajes: en muchas ocasiones tendemos a querer viajar en grupos o con nuestra pareja. Todo bien. Depende siempre de lo que buscamos y lo que intentamos con nuestro viaje. Hay momentos en que también solo me quiero escapar y no le doy tanta importancia con quien viajo, pero eso sí, hay momentos y esos son muy frecuentes, que quiero viajar solo. Y no soy ningún maniaco o loco que no quiere tener amigos o estar siempre solo, al contrario, me considero alguien muy social, incluso en los viajes alternativos, a caballo, en la bicicleta o a pie.

¿Qué esperas? Únete a la aventura de viaje, camina y cuéntanos. Camina y disfruta. Descubre el mundo a través de tu propio ritmo. No escuches a los demás, de que no tiene sentido, de que te morirás, de que es peligroso, de que te enfermeras, de que estarás solo o sola, de que no vale la pena, de que hay mejores cosas que hacer, de que no tiene sentido, de que tienes que invertir el tiempo en tu carrera, de que tomes otra decisión de que no se qué….Únete y camina. Únete y escribe. Por tu bien, el bien de tu salud espiritual así como tu salud corporal. Por el bien de la naturaleza y de tu familia como de tus amigos. Por el ejemplo que darás a los demás, a los que te verán, te observaran, te preguntaran porque caminos y no tomas el carro, el taxi o el autobús. Por tu propio y el bien de los demás. El camino es la salvación, el caminar es lo mejor que te puede pasar o más bien que puedes hacer por ti mismo. No te lo pierdas mientras aun puedes. Esta todo en tus manos, depende de ti. Es tu decisión y responsabilidad. No me lo perdería si seria tu. Escucha como te dice tu interior que camines, que disfrutes el contacto de tu ser con la tierra, del toque de tus piernas con la base o el asfalto. Camina y serás feliz. No hay nada más que decir. Nihil Addendum.

P.S.: Yo camino. ¿Y tú?